PERSPECTIVA

Forma de representar objetos en una superficie plana, con la profundidad y tridimensionalidad con las que estos aparecen en el mundo visible

En la educación media de la enseñanza escolar, una de las cosas que nos enseñan en las clases de artes visuales es a dibujar con perspectiva. Lo aprendemos sin mucho cuestionamiento: trazando líneas que convergen en un mismo punto en el horizonte dibujado en el papel, nos asistimos de una geometría intuida para achicar los edificios, árboles y personas a medida que convergen en ese punto imaginario donde termina el horizonte. 

Dibujo en perspectiva
© beceto de Sedad Hakki Eldem 

Hoy entendemos esta forma de dibujar como algo evidente -así es como se ven las cosas-, pero para Felipe Brunelleschi, 500 años atrás, esto no era tan obvio. Fue él quien inventó las reglas que permitieron sistematizar lo que para los artistas que le precedían era simplemente una intuición.

Uno de los primeros experimentos de Brunelleschi consistió en construir lo que, casi 600 años atrás, habría sido percibido como realidad aumentada: la reproducción de una escena de la catedral de Florencia realizada de forma tal que se confundiese con la propia catedral.

Primero se situó unos dos metros tras las puertas abiertas de la catedral de Florencia, observando el baptisterio que está cruzando la calle, y procedió a pintarlo con gran detalle, evitando pintar el cielo: para esto, y previendo que las nubes se mueven, colocó una lámina de plata bruñida en donde se reflejasen las nubes, que pareciesen moverse con el viento, completando la ilusión de no estar frente a una pintura estática sino frente a un paisaje dinámico.

Brunelleschi completó su ilusión realizando un pequeño agujero en el panel de madera y colocando frente al mismo, un espejo: quien mirase a través del reverso del panel restringiendo su visión a este agujero, pensaría que está observando el baptisterio cuando en realidad está observando el reflejo de la pintura en un espejo.

 

Diagrama de dispositivo de Brunelleschi 
© William Cromar

La perspectiva entonces, eso que aprendemos en el colegio y que hoy damos por sentado, es la base para poder generar imágenes que se confunden con la realidad: que parecen corresponder -en el caso de un dibujo- a las mismas leyes ópticas que determinan nuestra visión. Actuando como una interfaz que nos permite percibir como verosímil, una escena que puede incluso ser ficticia.

“La perspectiva no es nada más que ver un lugar tras una plancha de vidrio transparente, en la superficie de la cual se dibujan los objetos tras la misma”.

Leonado Da Vinci

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