El reconocido artista y activista chino se ha mantenido más activo que nunca durante el avance del Covid-19. Entérate sobre qué ha realizado en este tiempo y cómo ha sido la vida en clausura de uno de los exponentes más relevantes de la escena contemporánea.
Para el reconocido artista chino Ai Weiwei, la vida en clausura que vivimos hoy en día no es algo nuevo: el 2011 vivió en una pequeña celda –constantemente vigilado y sin poder salir durante 81 días– cuando fue detenido por las autoridades en China, y luego estuvo cuatro años bajo arresto domiciliario por denunciar las violaciones a los derechos humanos en su país.
A partir de esas vivencias creó algunas de sus obras, como SACRED, una instalación compuesta por seis cajas de hierro que representaban las condiciones de su confinamiento, y 81 –en alusión a los días que estuvo encerrado–, una réplica de su celda expuesta en 2014 en el Museo Martin-Gropius-Bau, en Berlín.
“Entiendo al aislamiento, es una medida que responde a la desconfianza de las personas hacia el orden social existente. La libertad individual solo puede basarse en la confianza pública. Personalmente, no me afecta en nada. Paso más tiempo con mi familia, lo cual es una razón de alegría. Me permite reflexionar sobre los temas que generalmente me interesan. Pienso mucho en el humanismo”, ha dicho recientemente al diario El País respecto a su confinamiento durante la pandemia.
Actualmente, Ai Weiwei se encuentra aislado voluntariamente en Cambridge, Londres, sin dejar de estar activo a través de sus redes sociales, realizando entrevistas y planificando un nuevo documental sobre la pandemia.
De hecho, el próximo viernes 15 de mayo, el artista tendrá una conversación en vivo junto al curador brasileño Marcello Dantas, con quien estuvo presente en nuestra Fundación el 2018 en el marco del conversatorio e inauguración de la muestra Inoculación de Ai Weiwei.
En esta ocasión, y en medio del contexto de la crisis, ambos se “tomarán” nuestra cuenta de Instagram para dialogar con el público sobre la represión, la vida en clausura y el arte en tiempos de pandemia. Esta instancia es parte de los espacios de diálogo con artistas de nuestra Fundación, que por primera vez se realizan de forma online, y en los que buscamos generar puntos de encuentro y reflexión entre nuestra comunidad y artistas de todo el mundo.
La vida de Ai Weiwei durante la pandemia
En enero de este año, Ai Weiwei comenzó a investigar el brote inicial del coronavirus de Wuhan –donde viven algunos de sus amigos y familiares– remotamente y filmando a través de equipos locales. Al mismo tiempo, trabajaba para el estreno de su versión de Puccini en el Teatro dell’Opera di Roma, en Italia, en cuyo libreto incorpora temáticas contemporáneas como la crisis mundial de refugiados y las protestas a favor de la democracia en Hong Kong.
En la última etapa añadió referencias al Covid-19, con una escena donde los actores aparecerían vestidos como médicos. La ópera aún no se realiza, debido al dramático avance del virus en Italia. “Me sorprendió”, dijo el artista a CNN. “No porque tuvimos que detener la ópera, sino porque mi obra de arte, que había estado preparando durante más de un año, había chocado con la realidad”.
Su cuenta de Instagram, en la que usualmente sus seguidores se encontraban con imágenes de sus obras, y fotografías junto a las personas con que compartía cotidianamente, ha visto un importante cambio desde hace ya algunas semanas.
Desde que el avance del Covid-19 se ha hecho global, imágenes de la naturaleza, capturas de videoconferencias, mascarillas intervenidas con su icónica imagen del dedo medio levantado y portadas de diarios que dan cuenta de la crisis en todo el mundo -incluyendo obituarios de medios italianos y frases del presidente estadounidense Donald Trump-, son parte de los nuevos mensajes de quien se ha convertido en uno de los activistas y artistas más relevantes de la escena contemporánea y “el artista más popular del mundo” según la revista especializada The Art Newspaper.
“A cualquiera que le guste puede obtener una, solo esperen” se puede leer en el mensaje de Ai Weiwei en su cuenta de Instagram, al referirse a la mascarilla intervenida con su icónica imagen del dedo medio levantado.
Conocido por su activismo político y por ser una voz potente en la denuncia de las violaciones a los derechos humanos en todo el mundo –levantando temáticas como la represión a la libertad de expresión y la crisis de los refugiados–, durante este tiempo, Ai Weiwei ha buscado analizar el comportamiento de los estados frente al Covid-19, mirando la crisis con otros ojos.
“Despreciamos la guerra, despreciamos las barreras que separan a las personas y despreciamos los esquemas políticos que dividen a las personas en grupos irreconciliables. La compensación que nos brinda el coronavirus es que podemos ver el mundo con un poco más de sabiduría”, escribió en un artículo de opinión para el medio The Globe and Mail. “Deberíamos estar pensando en el verdadero valor de nuestro frágil y pequeño manojo de vida y en cómo puede vivir en armonía con la naturaleza en general. Si podemos hacer esto, entonces ningún tipo de opinión política, religión, guerra o cualquier otra de las diversas preocupaciones de la humanidad debería ser capaz de bloquear nuestra búsqueda de supervivencia”, agrega.
¡No te pierdas la conversación en vivo entre Ai Weiwei y Marcello Dantas a través de nuestra cuenta de Instagram!
Únete a esta experiencia única el viernes 15 de mayo a las 14:00 horas de Chile (18 horas GMT).
¡Te esperamos!