INTERFAZ

El concepto de interfaz refiere a la vez a un límite y a un espacio común que permite que dos realidades separadas intercambien información y se afecten mutuamente

 

Años atrás durante un panel del Foro Económico Mundial de Davos, se le preguntó a Eric Schmidt -presidente de Google- por sus predicciones para el futuro de Internet. Su respuesta no dejó a nadie indiferente: “en términos simples, Internet va a desaparecer” señaló, para luego añadir que en el futuro existirían tantos nuevos dispositivos conectados a Internet -desde ropa hasta ampolletas, que se volvería omnipresente, y, cuando esto sucediese, se volvería invisible y en efecto desaparecería.

De algún modo, convertida en atmósfera (algo que damos por hecho y que solo notamos cuando nos hace falta), ya nadie estaría consciente de conectarse a Internet: los dispositivos a partir de las cuales unimos nuestro mundo real con el virtual -ampolletas, audífonos, computadores, etc.- estarían siempre conectadas y sólo notaríamos su rol de puente, de interfaz, cuando por un corte de luz o desperfecto estos no funcionen.

La interfaz, entonces, es un concepto curioso: no es un objeto tangible -un computador digamos- sino una funcionalidad de este objeto, la cual permite, como una membrana, que dos realidades separadas se afecten mutuamente.

En la realidad virtual, por ejemplo, los controles y cascos corresponden a los dispositivos y la interfaz a aquello que permite la interacción entre el usuario, nosotros, seres vivios de carne y hueso, y mundos creados artificialmente que reaccionan a nuestro comportamiento.

“Una especie de membrana que separa y simultáneamente conecta dos mundos que son ajenos el uno del otro, pero también mutuamente dependientes”

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